Hemos pasado la noche en Madrid. Desayunamos un chocolate con churros y nos vamos al aeropuerto. Después de casi 10 horas de avión llegamos a Cancún, en la Riviera Maya. En el aeropuerto tienen un curioso sistema aleatorio para registrar maletas: aprietas un botón y si te sale rojo te registran y si te sale verde te libras, lo llaman "el semáforo". Nos toca rojo!!!
Un autobús nos espera para llevarnos al hotel, el Grand Palladium. Llegamos casi a la hora de cenar, así que no tenemos tiempo de mucho. Damos un paseo por el resort (¡es enorme, para ir de la recepción a las habitaciones vamos en un trenecito!) y, después de cenar, nos tomamos una piña colada.
Plano del Grand Palladium |
Entre el viaje y el cambio horario (son siete horas más) llevamos mucho tiempo sin dormir, así que nos acostamos pronto. El tiempo está bastante nublado, esperamos que mejore.
Vistas del hotel |
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